Durante mucho tiempo se ha pensado en la forma que tiene la Tierra. Hoy en día es común pensar en la Tierra como una esfera, sin embargo, la verdadera forma de nuestro planeta es muy irregular. Por ejemplo, el radio en el ecuador es mayor que en los polos debido a los efectos que produce la rotación terrestre (achatamiento). Y a menor escala, existen montañas y valles, los cuales tienen diferencias en gravedad y en relieve terrestre.

Debido a esto, se utiliza un modelo matemático simplificado de la Tierra llamado elipsoide. Este es una figura tridimensional de una elipse, que, para fines prácticos, es una aproximación más cercana de nuestro planeta que un modelo de esfera.

Otro factor a considerar, es que todas las irregularidades en la Tierra generan variaciones en la aceleración por gravedad a lo largo del planeta. Es decir, en donde hay mayor cantidad de masa terrestre, mayor es la gravedad en ese punto. Debido a esto, si los mares cubrieran toda la Tierra, el nivel medio de estos adoptaría una forma irregular, tendría relieves y no sería constante.

A esta forma irregular que formarían los mares al cubrir toda la Tierra se le conoce como “Geoide”, un modelo equipotencial del campo gravitatorio terrestre. En este modelo, la gravedad tiene el mismo potencial en toda su superficie, y de esta manera, representa la elevación del terreno. Siendo el modelo que más se aproxima a la verdadera forma de la Tierra.

Pero, ¿Por qué esto es importante? Es importante conocer acerca de elipsoides y sobre el geoide al realizar cualquier trabajo o estudio que tenga que ver con el relieve terrestre o mediciones verticales. Por ejemplo, en sitios mineros, al realizar construcciones y prácticamente cualquier proyecto de ingeniería civil, con el objetivo de tener precisión en las obras. Además, en mediciones horizontales grandes, se debe contemplar la curvatura de la Tierra ya que conforme mayor sea la distancia medida, mayor será su impacto.